miércoles, 20 de enero de 2010

Cuento: La informática es la vida sin sueños.-

a Emma.-

" La suerte es labor de equipo con el destino.-"V.Chisant.-

Pedro y Encarna, esposos entre sí, se han inscrito para recibir unas nociones de informática, junto a José Luis, Paquita y Daniel.
Quien da las intrucciones es una bella mujer que se mueve como si estuviera bailando, ágil y simpática mira a cada cual con ternura.
-Buenos días -dice la bella instructora- levanten la mano los que desconocen la informática, es decir que nunca se han sentado ante una pantalla y un teclado.
Levantan la mano sólo Pedro y Encarna que con palabras cortas reiteran su desconocimiento global.
-Bien -asegura la instructora- vais a daros cuenta de lo sencillo que es manejar un ordenador y luego no vais a querer soltarlo.
Pedro y Encarna se rien, dicen en coro que sus hijos les animan al conocimiento y que lo que en realidad les atrae es bajar fotos que les mandan de muchas partes del mundo.
-Eso es complicado - ríe la instructora- hay que dominar el sistema, pero bueno, también lo conseguiréis.
De inmediato empieza sin parar a dar nombres a todo lo que aparece en pantalla, en el teclado, el acceso a programas básicos, el guardar información, escribir cartas y notas, poner márgenes, color, formas de letras...
Daniel, un hombre reservado que lleva un bolso azul colgado a la cintura y cruzado al cuello, que parece por su peinado a Cristóbal Colón, siente alegría por las cortas instrucciones, es narrador, escribe con bolígrafo, aún utiliza la vieja y siempre jóven máquina de escribir Olivetti y aspira a dar el salto al ordenador ó al computador como dicen en Colombia, su tierra natal.
José Luis es amante del ajedrez, lleva poco tiempo con su práctica y desde su club " Colonia Güell" le han aconsejado que estudie informática para desplegar su potencial ajedrecístico por el volumen de contenidos para resolver problemas, enfrentarse a rivales anónimos y siempre dispuestos a jugar y en general por el nivel que se ofrece según voluntad y capacidad del ajedrecista; para él la informática es un paso adelante en su recién iniciada carrera en el juego ciencia.
A su vez Paquita quiere encontrar información de temas de auto ayuda, esotéricos, holísticos y superación. Intuye que con el ordenador podrá evitar salir a la calle ó el comprar libros costosos y asistir a cursos largos. Podrá estudiar en casa, incluso en horas de la noche cuando su marido duerme.
La instructora pone especial empeño en Pedro y Encarna que no dejan de sorprenderse al descubrir cada paso de lo que sale en pantalla, ya saben cómo iniciar, corregir y guardar escritos. Preguntan cómo se accede a la página en blanco para escribir, se divierten como los demás escribiendo frases baladíes como aquellas de " hace mucho frío " ó " quiero salir a tomarme un café " ó " me gustaría ganarme la lotería y olvidarme de trabajar ".
Sin embargo la instructora observa que Daniel se concentra al escribir en el espacio en blanco. Cuando finaliza la sesión, la instructora al quedarse sola en el salón se encuentra con estas palabras de Daniel:
" Querida instructora: reconozco en usted un amor de siempre, espero no rechace mi invitación a tomar café en el bar-restaurante Bocatta de la calle Santa Ana, segunda planta, mañana a las cinco de la tarde, por favor no falle, le mostraré mi última novela, quiero que usted la lea y dé su opinión. Deseo verla, Daniel."
La instructora sonríe, se sorprende de la audacia de Daniel y de la astucia del destino porque ella nunca lee notas dejadas en los ordenadores, las borra sin más.
-Asistiré a la cita- se dijo para sí convencida del inicio de una bella amistad.- Fin.-
Vitelio Chisant.-
Barcelona, 15 de enero de 2.010.-l

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