miércoles, 2 de febrero de 2011

Cuento.-

El anónimo mayo del 68.-

A: Rodrigo Alvarez Pardo.-

" Lo desconocido sueña en el centro de las cosas.-" Daniel.-

El aula está repleta de estudiantes, hay un exámen de leyes y nadie puede faltar.
Una jovencita sale un momento en busca de bolígrafo, regresa al minuto y el profesor no la deja entrar.
A César le parece extraña la conducta del profesor, protesta y sale del aula en solidaridad con la alumna rechazada. Sigue sus pasos Enrique que también abandona el aula.
Al día siguiente son expulsados de la universidad, el rector considera inaceptable el comportamiento de los dos estudiantes; a los pocos días revoca su decisión, les readmite con la pérdida definitiva de la asignatura del exámen. Los dos estudiantes continúan sus clases y al final del curso abandonan la universidad.
El hecho pasó inadvertido, fué en mayo de 1.968, no hubo declaración alguna en favor de los disidentes, ningún otro estudiante les apoyó y no los volvieron a ver jamás.
César y Enrique mantienen su amistad; sus nietos escuchan el relato de los hechos de entonces y se ríen, les parece una estupidez rebelarse en favor de un alumno.
-Nadie se sacrifica por nadie-dicen y consideran a sus abuelos unos marginados existenciales.
César y Enrique se reúnen una vez al año, por supuesto en el mes de mayo, para conmemorar el suceso; se encuentran desde temprano, evocan, reflexionan y expresan al final del día sus conclusiones en medio de copas y comida:
-Fué un acto instintivo, desde entonces culmino lo que nace así- confirma César ya con sesenta años.
-Seguir a un amigo es asunto de luz propia, ya habrá tiempo para los análisis y las consecuencias- recita Enrique que no terminó sus estudios de leyes, se dedicó a la poesía y la venta de camisas con notable éxito.
Los dos amigos se abrazan una vez más, impulsados por un sentimiento de gloria y generosidad.-Fin.-

Vitelio Chisant

Barcelona, 1 de febrero de 2.011.-

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