Cuento.-

Escuela de vencedores.-
A Camilo.-

" El éxito deja de soñar ".- Daniel.-

Un famoso mecenas, acostumbrado a tratar con ricos y poderosos, decide financiar un curso de tres días para todas las personas que reconozcan haber fracasado en su vida.
El curso es organizado por diversos profesionales de la psicología, la docencia, la ciencia, la teología, la filosofía y por todo aquel que se crea con capacidad de transformar la mentalidad de tan sorprendentes alumnos.
Se inscriben menos de los que podrían hacerlo y más de los previstos por el mecenas; sin embargo todos son aceptados. Se instalan en una bella casa de campo, donde cada uno disfruta de una habitación cómoda con baño privado y vistas inmejorables.
Después de la primera comida de bienvenida, se pide por parte de Jaime -que así se llama el director del curso designado por el mecenas- que en pocas palabras, las menos posibles, se exprese por cada uno de los participantes, el por qué se sienten fracasados.
Las respuestas son diversas:
-Estoy en la ruína.
-Soy infeliz.-
-Carezco de interés por la vida.-
-Nadie me ama.-
-No tengo estudios.-
-Estoy enfermo.-
-Carezco de trabajo digno.-
-Nunca hago lo que deseo.-
-No creen en mí.-
Y así miles de respuestas.-
Jaime, rodeado de su importante grupo de profesionales, estudian cada expresión y llegan a la conclusión de que "el fracaso" es el alma de cada uno, no hay en consecuencia dos fracasos iguales, como tampoco habría dos "éxitos" iguales.
El curso se adelanta con representaciones de obras de teatro, juegos al aire libre, lectura de poemas y cuentos, humoristas y oradores, en actuaciones espontáneas entre los mismos asistentes al grupo, con aplausos al mérito de cada uno.
El último día y poco antes de la despedida, Jaime les vuelve a pedir que contesten con brevedad un sentimiento que les identifique. En esta ocasión las respuestas son casi unánimes:
Volver cuanto antes a un curso igual, junto a la gratitud por lo realizado.
Jaime sonríe y llega a la conclusión de que lo necesario para el ser humano es el afecto y que fracasar o triunfar es solo un accidente del que es posible salir.-Fin.-

Vitelio Chisant
Barcelona, 16 de julio de 2.011.-