Cuento de Navidad.-

EL GATO DESCALZO.-
A Tomás Sánchez
" La Navidad nos invita a la tortura de vivir lo que no creemos" .- Daniel.-
Merlín es un gato solitario que ama la vida. Permanece en la calle donde se alimenta de lo que la gente de buen corazón le ofrece, duerme entre cajas y pasa el día soñando con zapatos.
Tiene la obsesión de ponerse cada día un diferente par de zapatos, es decir, dos pares. Le ocurre por la extraña intuición de que los zapatos dan personalidad y destino según su clase, contextura, talla y calidad.
Se rebusca las mil maneras para conseguir los zapatos: a hurtadillas los sustrae de almacenes, casas y oficinas, los toma de personas que duermen en los parques, en las sillas públicas, de los sitios donde hay que dejarlos afuera para entrar, en fin agudiza la astucia para lucir nuevos zapatos diferentes del día anterior.
La experiencia le resulta grata cuando logra conseguirlos y dolorosa cuando tiene que repetir un nuevo día con los zapatos del dia anterior. Desde luego que Merlín sufre de doble personalidad, necesita un par de zapatos para las patas delanteras y otro par distinto para las traseras, así que sufre lo que llaman los humanos "trastorno bipolar", pero en su caso con el agravante de ser " trastorno bipolar simultáneo", es decir que en el mismo tiempo es locuaz y callado, audaz y tímido, idiota y lúcido y todo aquello que se contrapone.
Su obsesión por este hábito y ante su atrevido experimento que lo tiene al borde de una " locura genial", intenta descubrir algo nuevo, en la incesante conciliación de mundos antagónicos. En esos pensamientos está cuando aparece Eva, una bella gata que no cree en nada de lo que hace Merlín con los zapatos, ella le pide que si en verdad la ama deje de ponerse zapatos y camine descalzo, como ella y como todos los gatos de la calle: Merlín acepta ser él mismo , dejar de buscar y ponerse zapatos ajenos y buscarse la vida a pata limpia.
Vitelio Chisant
Barcelona, 18 de diciembre de 2.009.-