sábado, 5 de diciembre de 2009

Cuento.-

ISABEL PASEA UN PERRO AJENO.-
A Laura.-
"A grandes riesgos grandes resultados".- Daniel.-
Primera parte.-
Alberto Prieto sale a caminar desde la oficina de correos del centro de Barcelona después de mirar su apartado que tiene desde hace veinte años, pasa por la calle ancha y luego la calle Claret en dirección a las Ramblas, ve una chica que pasea un perrito lanudo, pequeño, de color blanco, menos las orejas que son negras y grandes, el perrito lleva una correa al cuello que tiene atada una banderita con los colores de Colombia; pasa de largo, Alberto Prieto mira al animal y exclama: -¿eres de Colombia?- ella de inmediato detiene la marcha, se voltea y comenta: -sí, claro.
Se inicia una conversación fraterna durante al menos una hora con el frío de un otoño convertido en invierno, hablan del trabajo, de la vida de los colombianos en la ciudad y que ella, que se presenta con el nombre de Isabel, se gana un dinero sacando ese perrito de una amiga suya a pasear; el deseo de Isabel es regresar cuanto antes a su Bucaramanga natal; Alberto Prieto le comenta lo que realiza en la ciudad como es lo de colaborar con los servicios cívicos, que los árboles no sufran deterioro por el maltrato, que los andamios en las aceras no sean peligrosos para los peatones, avisar cuando haya animales abandonados o jardines que requieran de la atención de las autoridades locales; Alberto Prieto observa que Isabel no muestra mucho interés en sus relatos y decide despedirse, lo que ella acepta sin dificultad.
Pasadas algunas horas del día y en otra calle distinta se encuentran de nuevo, va sóla, camina con rapidez, al verse se detienen con alegría infinita; ante este regalo de la coincidencia, la pasan juntos el resto del día, toman café en varios bares, se sientan en parques públicos, en fin, la conversación parece que no tiene límite; decide Isabel cuando ya están a punto de separarse, confesarle a su amigo que ella es guerrillera, que viene a Barcelona para verse con otros guerrilleros, que su marido es en realidad el comandante Gonzalo, hace las veces de acompañante, jefe y amante, que él controla sus movimientos y el de los demás guerrilleros; Alberto Prieto descubre en el fondo de su corazón que su confesión es una petición de ayuda; él le ofrece su apoyo y le da el número del teléfono, ella lo anota en un lugar discreto de su agenda, él insiste en que lo llame si tiene necesidad de algún tipo de apoyo; se despiden con un fuerte abrazo, él la siente a punto de caerse.
Al cabo de media hora lo llama por teléfono angustiada, le pide que se vean de nuevo, esto ocurre cuando Alberto Prieto se dirigía a su habitación, deseaba llegar a descansar, reposar, ver la televisión y dormir. Se encuentran en una de las cafeterías donde habían compartido antes, al verse él se dió cuenta que Isabel estaba transtornada, temblando le contó que "su jefe" le había llamado a su teléfono, le había dicho que iban a viajar en dos días a Colombia para reintegrarse a la guerrilla, que esa decisión la había tomado el comandanre Mario desde Colombia, era el superior a "su jefe", que preparara las cosas y estuviera en la noche en el hotel donde se hospedaban y que de allí irían a un lugar desconocido donde permanecerían hasta cuando llegara el momento de marchar a Colombia, que esos traslado eran por seguridad.-

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