viernes, 28 de mayo de 2010

Cuento.-

EL VIAJE MUDO.-

A Sofía.-

" El silencio encadena las palabras o las ignora.- " Daniel.-

Félix se sube al bus de la " Rápido Macarena " para buscar llegar a Cali desde Ibagué antes de la noche. Coge el puesto número 14 que da al interior del vehículo; al lado suyo ya está acomodada una rubia que juega con el móvil.
-Buenos días señorita, esperemos que el viaje sea amable-, saluda Félix al momento de sentarse.
-¿ Cómo está usted señor, hasta dónde va ?- le contesta la agradable mujer que le mira con unos ojos verdes intensos.
-Voy hasta Cali, tengo una cita importante a las seis de la tarde, ojalá alcance a cumplirla-. Félix lleva la mirada al reloj con algo de pesimismo, levanta la mirada al bello rostro de la chica; prosigue: -¿ Cuál es su nombre ?
-Me llamo Azucena, también voy para Cali ! vaya coincidencia ! también mi cita es a las seis de la tarde, yo sí siento que llegaré puntual-. Ella mira a Félix que se presenta sin dejar de sonreír en ningún momento.
-¿ Se puede saber cómo es su cita ?- Le interroga Félix para avanzar en la conversación, mientras tanto el bus coge su ruta habitual.
-Es un poco extraña mi cita, llevo intercambiando mensajes por internet con un hombre gracioso, de talante respetuoso, al que no he podido ver porque no ha querido, es comerciante y soltero, dice tener buenas intenciones conmigo, ya veremos-. Azucena abre al máximo su mirada al comentar la misteriosa cita y espera a que Félix hable de la suya.
- ! Vaya ! de nuevo otra coincidencia, mi cita es con una mujer que tampoco ha querido identificarse por internet, llevamos algún tiempo en esa relación virtual, no la conozco, no sé cómo es.
Azucena y Félix sienten alegría y escalofrío por su posible extraordinaria coincidencia en sus citas, deciden para no malograr el destino, no hablar más durante el largo viaje y esperar la hora y el encuentro convenidos.- Fin.-

Vitelio Chisant
Barcelona, 26 de mayo de 2.010.-

1 comentario:

  1. Vitelio: me gusta este final, donde el silencio se antepone a la curiosidad para, como bien dices tu, no malograr el destino...ahora, que dificil es hacerlo¡¡¡
    Paola

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