Cuento.-

LAS BRUJITAS DE TOULOUSE.-

A Cler y Antuán.-

" La desmemoria, la desorientación y la desvergüenza son juventud.- Daniel.-

Hace muchos siglos en Toulouse vivían brujitas que se encargaban de la limpieza y la bondad de la ciudad. Los cuidadanos las apreciaban y respetaban, para demostrarlo cada cierto tiempo organizaban fiestas en su honor, donde ellas recibían escobas nuevas, collares y anillos vistosos, vestidos y gorros de colorines; danzaban y volaban llevando consigo niños que se divertían.
Alguien preguntó:
- ¿Y estas mujeres tan simpáticas como son las brujitas por qué no se casan?
-Lo desconocemos -contestaron otros- habrá que intentarlo y darles la oportunidad de enamorarse.
Uno de ellos de nombre Filip, se encargó de ir a Barcelona a traer brujos, aunque escasos, los suficientes para alegrar la fiesta de las brujitas. Dió resultado. Brujitas y brujos se conocieron y enamoraron, volaban en parejas en una sola escoba. Pero la Ley de los Hechizos, que prohibe estas uniones, nadie sabe porqué, les hizo perder el poder de volar y el de realizar brujerías, pero a cambio y desde entonces llevan una vida apacible, se dedican al comercio, la enseñanza, la agricultura, la cocina y todas las formas de vivir con alegria, los adultos son amables con los forasteros y los niños tocan el piano, el violín y la guitarra, juegan con la patineta y consiguen amigos con facilidad. Fin.-

Vitelio Chisant
Barcelona, 1 de junio de 2.010.-