sábado, 21 de abril de 2012

El altar de Plutón.- Novela.-

                                          El altar de Plutón.-
( Segunda entrada ).-
-Esta semana voy a jugar un torneo distrital en el club Capablanca, ya estoy inscrito ¿ te inscribes tú ? -le comenta Daniel a Eduardo que deniega la inscripción; es torneo importante, selectivo para escoger los tres primeros ajedrecistas que representarán a Bogotá en el primer campeonato juvenil de carácter nacional en Medellín, juegan los hemanos Ruiz, Verástegui, Devia, y Durbán entre otros, conocidos en torneos del colegio y en otros torneos pequeños; Daniel descubre en el ajedrez la oportunidad para desarrollar la intuición y los instintos, luces de la vida y del entendimiento; logra un tercer puesto meritorio cuando nadie se lo esperaba; sus padres estan felices, lo mismo que sus hermanos; además de Eduardo son Lucía, Helenita y Camilo. - ¿ Necesitas un entrenador personal ?-le pregunta el presidente de la Federación Distrital -todos los ajedrecistas que necesitan mejorar lo tienen, si decides algo al respecto me lo comunicarás -concreta su propuesta, este directivo tiene el apellido De Greiff, familia de enorme prestigio. Daniel agradece al presidente, decide reflexionar tres días, al final rechaza el ofrecimiento, visita de manera personal al presidente y le explica las razones de su rechazo: -para mí el ajedrez es el descubrimiento de los espacios, de principio a fin, la manera para controlarlos, el desalojo de los intrusos y enemigos potenciales, ésto incluye la apertura, el medio juego y el final, es un símil de la vida, buscamos un espacio para vivir y ser felices, lo abominable del juego es eliminar al adversario, sin embargo hay que tomarlo como simbolismo de la realización, la colosal cortesía de advertir al contrario el jaque mate y permitirle una renuncia decorosa, no creo que exista otro deporte con tan alta consideración por el derrotado, el entrenador es para profesionales, el ajedrez no puede serlo, el mejor deportista es un aficionado, aquel que se deleita con su práctica y ahí termina su ambición-. Daniel suspira y vuelve a mirar el rostro del presidente que no está del todo convencido de las palabras de Daniel, pero no está dispuesto a debatirle. -Daniel, tú tienes tus ideas y yo las mías, por algo será que los grandes maestros  tienen sus analistas, bueno...hay excepciones de genios que los han rechazado, pero tú no lo eres, acepto tu decisión, es un ahorro para la federación y buena suerte en el campeonato juvenil de Medellín, esperamos lo mejor de tí-, al terminar su elocuente observación se dan un apretón de manos, cuando Daniel va a salir por la puerta, el presidente lo llama y le da un abrazo, en medio de todo la decisión de Daniel le ha parecido emocionante, nunca nadie había argumentado de esta manera, menos un adolescente que descubre el ajedrez.

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