martes, 11 de diciembre de 2012

Cuento.-

                                                    ! Bienvenido fin del mundo !
Para: Ramón Macía, Israel Rojas, César Rejas, Diego Calvo Carreño y José María Porta García.-
A: Raquel y familia.-
 " La muete es la curación natural del dolor ".- Daniel.-
 Todos hablan, en serio y en broma.del fin del mundo del 21 de diciembre de 2.012, pero hay más de uno que de verdad lo desea con todo su corazón e incluso se han preparado para ello: dejar documentos en òrden, últimas voluntades, despedidas fraternas y emocionales, además de las disculpas y peticiones de perdón.
 Este es el caso de Franklin García y Silvia Rodríguez, amantes y amigos, que la vida les ha otorgado todo, menos felicidad.
 Esta carencia nace en que ninguno de los dos se siente realizado, a pesar de su intensa y apasionada relación, no han querido casarse porque no le ven sentido, tampoco el tener un hijo por ser limitador de la libertad de la pareja, sienten que en su profesión son poco valorados, además de padecer el acoso de sus padres para que se marchen de sus respectivas casas y vayan a vivir juntos y por último creen no tener el dinero suficiente para independizarse.
 Estos sentimientos los tienen atados a un mundo precario del cual no parece querer liberarse; se informan por los periódicos y la televisión la noticias y la fecha del fin del mundo, que reciben con entusiasmo, aman desaparecer del todo para dejar atrás angustias y frustraciones, se despiden en secreto y sin advertir a nadie su interés por la fecha final, toman una habitación en alquiler la que colman de víveres, licores y música, para celebrarlo por todo lo alto.
 Cuando ya faltan pocas horas para la ocurrencia del cataclismo, Silvia llama a su casa por última vez, la madre contesta al teléfono y entre llantos le anuncia  que su padre ha fallecido de un infarto fulminante, le pide que se reúnan todos los hijos ese día para hablar del entierro y luego del testamento; es evidente que el padre era hombre rico, pero en vida no había querido apoyar a la pareja por no ser Franklin de su agrado; después del entierro y ya reunidos se lee el testamento: -He convenido con los seres que protegen el mundo, que el único fin sea el mío, vosotros sed felices-. Fin.-

               Vitelio Chisant
                                              Martorell, 5 de diciembre de 2.012.-

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