Cuento.-

                                                                Guitarras y dolor.-
A: María Eugenia Riaño.-
Para: José Maria Parra y Alberto Pulido.-
 "Los pueblos transforman su tristeza en alegría gracias a la música.- Daniel.-
 Ana vive un momento de incertidumbre, está enamorada de un hombre que no es con quien se va a casar, ama con todas sus fuerzas a Pedro que conoció en una fiesta cuando él tocaba la guitarra como integrante del trío " los dulzones "; el flechazo fué de inmediato, ella no deja de pensar en él, a su vez Pedro le compone canciones y se las canta cuando las circunstancias encubren esta pasión; pero Ana tiene un noviazgo formal con Javier, a quien conoce desde el colegio, luego los años de universidad y por último los padres y las familias respectivas coinciden que están comprometidos; Ana aplaza las fechas de boda hasta acabar con su dilema; un día decide ir donde la brujita del pueblo conocida por sus grandes dotes clarividentes e intuitivas que mira la bola de cristal y acierta la mayoría de veces en beneficio del consultante.
 Ana llega recelosa, piensa que va a conocer noticias que no se espera, sin embargo está dispuesta a resolver su futuro; entra en una habitación modesta donde la recibe una brujita hermosa, en minifalda, con un gran collar, aretes largos y anillos vistosos.
-¿Por favor bella brujita, qué ve para mí? -pregunta Ana al borde de la locura.
 La brujita se lleva una mano a la quijada y con la otra coge con suavidad la bola de cristal, a los pocos segundos le dice:
-A tu enamorado Pedro le veo cortejando otra mujer, los músicos son así, a tu protegido Javier lo veo casado con una amiga tuya, Isabel, a tí te veo libre de ataduras, despachando como propietaria de una tienda de guitarras y con el dolor de que la situación amorosa que ahora vives no volverá jamás a repetirse.- Fin.-

                    Vitelio Chisant
                                               Martorell, 5 de marzo de 2.013.-