sábado, 21 de diciembre de 2013

Cuento.-

                                                      Abogados multiusos.-
Para la facultad de Leyes de la Universidad Libre de Colombia.-
"Algunas mentes se preparan para vencer, el resultado es su única ley".- Daniel.-
 Ochoa, un buen estudiante de cabellos largos y lacios, se para al frente del curso repleto de estudiantes y exclama: -Quien haya escrito ésto en el tablero que deje ver su rostro y no se esconda como un miserable. Se refiere a  que alguien pintó  un gran corazón en el tablero con los nombres de Ochoa y Camacho en el centro; está enfurecido, nadie responde por su autoría y baja de nuevo a sentarse con sus compañeros.
 Benitín y Eneas son los sobrenombres de dos excelentes amigos, que hacen honor a la caricatura que lleva años publicándose en los periódicos: son felices, uno es alto y el otro bajito y destilan humor a cada momento.
 Isabel es una agraciada estudiante que parece que las ropas que lleva puestas se esforzaran por contener un cuerpo macizo y sensual.
 Huertas no suelta su paraguas y su gabardina color tristeza, tiene el orgullo natural de los empleados públicos que hacen lo imposible por demostrar que merecen el cargo; una vez en clase se ríe como los demás.
 Danderino trabaja  con un modesto salario en una sucursal del Banco del Comercio, su corazón es tan generoso como sus palabras que brotan de allí.
Myriam desde un comienzo se fija en los hombres "divinos", con lo que espera alguna ocasión favorable; por ahora se contenta con su novio alto y delgaducho que contradice de plano sus gustos.
 Marta es amante de un militar de grado medio, del que le es imposible liberarse; sus atenciones la tienen atenazada.
 Trapito es el sobrenombre de un personaje  de la caricatura "Educando a papá": bohemio, rara vez se peina y su barba apenas crece  cada seis meses, es tímido y se confunde con el montón.
 Daza es un ideólogo que se presenta como "marxista leninista"; como los demás está al acecho de prestigio para abrirse camino en una profesión competida; se peina para atrás que hace recordar a Carlos Gardel.
 Martínez, el más astuto de todos, dice cosas cortas y contundentes, lògicas y comunes con gran personalidad, lo que le pone en primera fila para triunfar en la vida.
 Delgado es solidario y fraterno, no se enreda en discusiones extensas y acusatorias, propias de los aspirantes a la abogacía.
 Entre los profesores el maestro Adolfo Mina Balanta, explica con claridad y sin el soporte de notas el derecho civil, el alma de las leyes, sin dejar de fumar un instante sus cigarrillos marlboro.
 Así todos y uno a uno, dispuestos a vencer el hambre.- Fin.-

           Vitelio Chisant
                                          Martorell, 11 de diciembre de 2013.-






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