viernes, 23 de marzo de 2012

Guiño de Tigre, novela, segunda parte, a mamá.-

Novena entrega.-
1.-"¿Cómo se llama ese soldado ? "-pregunta Aura María Pinilla a su primo Aquilino que realiza el servicio militar obligatorio en Facativá. -Se llama Eduardo Durán, somos de la misma Compañía del ejército y también amigos ¿ quieres que te lo presente ?, él estaría encantado de conocerte, no lo visita nadie, aquí se agradece alguna visita-, dice Aquilino a la vez que se abraza con su novia Patricia que le trae unas empanadas elaboradas por ella misma y una cerveza, Aquilino asegura estar dispuesto a vivir juntos y tener hijos una vez obtenga la libreta militar; Patricia prefiere esperar a que Aquilino consiga un empleo estable y seguir de novios por algún tiempo más, para la acasión ha traído a su amiga Aura María, es la primera vez en su vida que entra a un cuartel, se ha sorprendido de la disciplina y buena compostura de los soldados, a quienes creía un poco atrevidos y algo mordaces. -No-, contesta de manera contundente Aura María, pero agrega con osadía: -regálale éste plátano de parte mía y que ya volveremos con Patricia en otra ocasión-. El plátano resultó ser la fruta envenenada capaz de unir destinos y crear la dinastía Durán Pinilla.
2.-" Si le hace daño a mi nieto le doy dos tiros "-dice con agallas mi madre a un hombre que va de paso por la finca "Durania", que se fija en el pequeño que juega en su triciclo, quizá con la intención de robarse el objeto; esta advertencia fué suficiente para que el ocasional oportunista no regresara jamás por la vereda.
3.- "Doctor Lezaca, usted es magnífico agrónomo"-elogia mi madre sin contemplaciones a un compañero de trabajo de mi padre; el agrónomo y mi padre pasan las semanas juntos en el propósito común de dialogar con los campesinos y venderles productos agropecuarios por las poblaciones de Cundinamarca y Boyacá, comparten largos viajes y muchas horas en restaurantes y hoteles; con el desmesurado elogio mi madre quiere agradecerle el éxito profesional de los dos y la buena disposición a entenderse.
4.-"Menos mal que son jóvenes"- nos dice mi madre a Rodrigo y a mí, cuando conoce el resultado negativo del primer año en la facultad de Leyes de la universidad Santo Tomás de Aquino de Bogotá; en ese año hubo más que unas calificaciones negativas, ella continúa con la preparación del almuerzo, mientras nosotros esperamos que brote algún sentimiento liberador.

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