miércoles, 27 de febrero de 2013

Cuento.-

                                                                        Oro en la calle.-
A. Patricia, vendedora de perritos calientes en el metro de la plaza España de Barcelona.-
"Estamos donde somos".- Daniel.-
 Edelmira tiene treinta años pero cree tener cincuenta, camina con alguna decrepitud, poco sale de su casa donde vive con sus padres, hace ya algunos años que no tiene ningún amor, se siente poco atractiva y solo espera a morir cuanto antes.
 El día menos esperado decide dar una vuelta por la ciudad, de pronto escucha la música de un acordeón que le atrae, busca de dónde vienen tan hermosos acordes y se encuentra que el músico es un hombre bajito, casi un enanito, con alguna deformidad en el cuerpo, además tiene gafas oscuras y un bastón al lado, lo que significa que es ciego; fascinada de cómo un hombre así puede dar tanta belleza con su acordeón, le saltan lágrimas de los ojos y decide transformar su vida, llega a su casa y dibuja en un papel la imagen del músico: alto, bello, erguido, con ojos grandes y bien abiertos; en vez de la calle pinta un auditorio para mil personas y ella a su lado, sonriente, como su amor.-

                 Vitelio Chisant
                                                  Martorell, 26 de febrero de 2.013.-

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