Cuento.-

El comodín de póker.-
A Elsa.-
" La suerte,  ese balance de pensamientos y actos".- Daniel.-
 Ulises Camargo siente la necesidad de que alguna carta de póker, sacada por él mismo al azar después de barajarlas, para preguntarle si la vida se manifiesta después de la muerte, la carta extraída es un comodín de póker o jóker, aquella carta que se acomoda al contenido de las otras cartas que tiene el jugador en sus manos y que mejora su juego, lo complementan; se queda pensando y considera que esa carta se ajusta a lo que él siente, de que la vida se manifiesta después de la muerte, confirma su juego -que en este caso es su pensamiento- y lo multiplica en esa dirección, es en definitiva una confirmación de su intuición del más allá.
 -Ulises- le pregunta su compañera Nepomucena- ¿si el comodín sale a una persona que siente que no hay nada de vida después de la muerte?
-También le confirma ese sentimiento, sus cartas son la negación de la vida, la respuesta está conforme a ese pensamiento -responde Ulises convencido de que lo que hay en nuestro interior coincide con lo que nos encontramos afuera.
-Ulises -insiste Nepomucena- si en lugar del comodín le hubiera salido otra carta de póker distinta ¿cómo se puede interpretar?
-Si esa carta distinta del comodín se ajusta a su juego es confirmatoria, de lo contrario permanece la fatídica duda -responde Ulises con algo de tristeza y desconsuelo.- Fin.-

                  Vitelio Chisant
                                                     Martorell, 24 de mayo de 2.013.-