Cuento.-

                                                  Seducción y poder.-
A Isaura y Héctor Helí.-
" Toda relación es fecunda".- Daniel.-
 José María Porta es un jóven orador, altivo y ptagmático, que tiene puesta su talentosa batería en llegar a la política, mientras tanto ejerce la abogacía con arrojo y retórica convincente; Ana Iglesias trabaja como secretaria de un juzgado del ramo penal, con eficacia y ensueños.
-Ana, ¿ a qué horas me piensas? -José María Porta coquetea con la secretaria, que se ruboriza  y se levanta de inmediato de su silla para atenderlo; es esbelta, lleva falda larga y zapatos de tacón alto, tiene cabellos bien negros, su mirada es huidiza, manos blancas sin pulseras y dedos finos sin anillos.
-¡ Cuánto tiempo sin pasar por aquí¡ seguro que no te ha dejado alguien -Ana devuelve la coquetería, es ahora José María Porta quien se lleva la mano derecha a la montura de las gafas trasparentes para disimular su perturbación; bajan juntos a la cafetería donde él le cuenta en detalle sus actividades diarias, buscando en ella un eco de consuelo y estímulo, ella a su vez, algo más retenida, habla del mundo, de su gente, sin atreverse a comentar nada de sí misma.
-José María ¿cómo va el caso del profesor chiflado? -Ana se refiere a un famoso juicio donde un ciudadano de la región, maestro de un coclegio de bachillerato, fué atacado por el padre de un alumno, enfadado por las calificaciones de su hijo, el profesor reaccionó pegándole un tiro en la cabeza, él es su defensor.
-Está difícil, han metido testigos extraños que le acusan de haberle disparado a traición; no sé cómo puede pronunciarse un jurado sobre la conducta violenta de un profesor, así sea para defenderse.
 Y así pasan los minutos, él habla con entrega en cada palabra y ella escucha con devoción, es una vibración pasional con ritmo infinito.- Fin.-

                  Vitelio Chisant
                                              Martorell, 30 de mayo de 2.013.-