martes, 5 de noviembre de 2013

Cuento.-

                                             Crítica al pensamiento crítico.-
A: Manuel Carrasco Corbacho.-
"La mente se pone al servicio de la obsesión".- Daniel.-
-¿Por qué no vas a la peluquería? -increpa Juan Gutiérrez a Jesús Hermosilla, que lleva el cabello largo, los dos comparten vivienda hace unos pocos meses.
-Por favor Juan, con mi cabello no te metas, lo intentó alguna vez mi padre y no lo consiguió, cómo crees que te haga caso a tí, yo no cuestiono en nada tu vida personal, ni tu vestimenta, ni tus hábitos, tienes un carácter de perros, ya me acostumbré a verte así, roncas de manera escandalosa que no me dejas dormir, también te lo he aceptado, cuando utilizas la cocina no dejas los platos y las ollas en su lugar, en fin, habría otras cosas más para reprocharte, me he callado para tener un gesto  fraterno y conciliador contigo y ahora me sales que tengo que cortarme el cabello, es imposible...-Jesus termina de hablar algo alterado, sin embargo contiene su malestar para explicar a Juan sus defectos.
-No me convences Jesús, lo único que sé es que tienes el cabello largo y debes mandártelo a cortar...-Juan hace caso omiso de las observaciones de Jesús, las que pasa por alto, lo que enfada aún más a éste último , pero como está dispuesto a no querer un conflicto mayor, sabe que lo mejor en estos casos es el silencio precedido de una exclamación simple: -no es posible Juan.
 Jesús se levanta y deja las puertas abiertas a los acontecimientos, su corazón le enseña que sólo estos pueden mostrar su fuerza a la hora de aclarar y definir posiciones, espera a que Juan le eche de casa por este motivo, está decidido a marcharse si no hay otra alternativa; va a la cocina a prepararse un café, Juan no dice nada, entonces Jesús se siente ganador de ésta batalla doméstica, intuye que no es propio de los vencedores humillar a los perdedores, un impulso le lleva a decir en voz alta: -Juan, hoy tenemos un buen partido de fútbol, !quiero que lo veamos juntos!- Fin.-

                      Vitelio Chisant
                                                 Martorell, 4 de noviembre de 2.013.-

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