sábado, 18 de enero de 2014

Cuento.-

                                                    Las estrellas carecen de tamaño.-
Para Pablo Juliá Sardá.-
 Los lugares de trabajo sufren con los agujeros negros y gozan con la presencia de estrellas, como cualquier espacio.
-Este mes no he vendido nada, lo más seguro es que me cancelen el contrato y me echen a la calle -la angustia de Guillermo García se expande con rapidez, comparte este comentario al lado de las máquinas de café con su amigo Jairo Caro, en los diez minutos para descansar. Los dos, junto a veinte personas más, trabajan en ventas de lotería de la Cruz Roja por teléfono en Barcelona, pueden vender para todo el territorio español. Jairo Caro es el mejor en promedio de ventas, lleva cinco años en la empresa, es persuasivo y eficaz paa convencer a los clientes anónimos al otro lado del teléfono.
-Como este mes he superado mi cuota de ventas, las últimas que haga en lo que resta del mes, te las asigno a tí, a tu nombre, como si tú las hubieras hecho ¿lo aceptas por favor? -Jairo Caro tiene carácter suficiente para resolver con éxito las situaciones que sean un problema, su corazón es de oro, tanto para resistir como para ofrecer.
-Está bien, te lo acepto y te lo agradezco Jairo, solo por este mes, si el próximo mes no remonto mi volumen de ventas por mí mismo, renuncio y me voy a trabajar a otro sitio, gracias de nuevo -Guillermo García conoce a Jairo Caro desde que entró a trabajar a la empresa, es decir solo tres meses, conversan con frecuencia, pero hasta ahora no se había dado la ocasión de reafirmar sus lazos fraternos.
 Guillermo García logra superar el mes de ventas con solvencia, gracias al apoyo de Jairo Caro, que además de ayudar  a su amigo recién llegado a la empresa, también sigue encabezando la lista del mejor vendedor por la cantidad de cupones de lotería vendidos. Con el paso del tiempo la empresa cierra por quiebra y los dos amigos empiezan a buscar un nuevo empleo; su amistad se conserva sin insistencia de ninguno de los dos.- Fin.-

                 Vitelio Chisant
                                             Martorell, 17 de enero de 2.014.-

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