El espejo roto.-
A Miriam Ramírez, Fabio Alvarez y Jonathan.-
El juicio oral empieza a dilatarse; parece una comedia de abogados, testigos, público y un juez con pocas ganas de terminar el caso.
-No estoy aún preparado -piensa un acongojado abogado que en caso de inciar la defensa del acusado desconocido, no sabría qué decir.
-Si al menos tuviera conocimiento de cómo ocurrieron los hechos algo me inventaría para justificar mi defensa -vuelve a pensar el mismo abogado, confuso y derrotado.
Se le rompe un espejo que lleva en las manos, entonces comprende que el acusado es él mismo.- Fin.-
Vitelio Chisant
Martorell, 1 de abril de 2.014.-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario