sábado, 5 de abril de 2014

Novela.- Segunda parte.-

(Continuación).-
 Nacho en su momento empieza a estudiar derecho en la Universidad de Santo Tomás, antes de finalizar el primer año y por un incidente en favor de una compañera, le empujan a dejar los estudios y retirarse a escribir, tal como lo concibe desde la adolescencia; logra conseguir un trabajo de medio tiempo como vendedor en una papelería religiosa y dispone de la tarde en el oficio creador; su mejor amigo, Rafael, le acompaña en el proceso creativo, aunque él continúa con el estudio de Leyes: -¿por qué no vuelves a la facultad? -le dice Rafael convencido de que se pueden adelantar las dos actividades al mismo tiempo: -no es posible, el incidente universitario me sirve para meditar, no tiene sentido poseer el pensamiento dividido, ser un "esquizofrénico" en el mejor sentido de la expresión, tener el pensamiento quebrado por la mitad, de todas maneras gracias por la atención de regenerarme-; Rafael no vuelve a insistir en el asunto, se ven con regularidad por las tardes en la misma cafetería de Bogotá, cerca de casa, se enseñan lo que tienen escrito, cuentos, frases, trozos de novelas, comentarios y críticas, se vuelve constructiva la relación entre estos dos amigos; Nacho evoca estas situaciones en su nuevo destino, Barcelona, se sigue comunicando con Rafael, que se inclina más por la poesía, sin dejar la facultad de Leyes; en sus horas libres va a escuchar conferencias sobre cine, literatura y temas jurídicos; en esto último conoce a Eugenio Gay, decano del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona, motivo para organizar seminarios y foros de las diversas áreas jurídicas, en especial el desarrollo de los Derechos Humanos; él toma nota de estas conferencias, algunas le parecen teóricas como cuando se habla de reuniones en lugares paradisíacos como Ginebra, París o incluso Nueva York y no en los sitios de combate; también rechaza la forma unilateral como se plantean, es decir solo desde una perspectiva, en una dirección nada más, cuando hay que verlas desde dos o más vertientes; Nacho se acostumbra a sentir la necesidad del equilibrio en los planteamientos, como le ocurre con la filosofía, el derecho, la economía, la literatura; forma parte de su cultura personal, una dialéctica que descubre desde la pubertad, cuando encontraba cojos los planteamientos  desde un solo lado, incluso en los crímenes, sabe que además de la conducta del asesino, hay otros factores que contribuyen a la consumación del hecho delictivo; Eugenio Gay empieza a conocerlo y tratarlo, lo considera un invitado especial e incluso lo postula para dictar conferencias sobre la vida política en Colombia, además de un poco de la historia de la literatura de allí mismo; Eugenio Gay es un hombre alto, afirmativo y buen organizador, aspira algún día a llegar a un cargo de primera línea pero sabe que necesita superar peldaños lo que empieza a conseguir poco a poco; -¿de qué lugar de  Colombia eres Nacho?- le pregunta en la víspera de una conferencia a donde asisten los dos como invitados especiales; -de Bogotá, aunque he vivido en otros sitios por el trabajo de mi padre al que trasladan con frecuencia, pero al final terminamos en la capital, donde mis hermanos y yo culminamos el bachillerato en colegios religiosos; es una ciudad caótica, libertaria y creativa; -responde Nacho abriendo los ojos y las manos; -¿te gustaría vivir del todo en España?- Eugenio Gay pretende acoger a Nacho para su causa de los Derechos Humanos, el decano conoce bien a Colombia porque ha sido invitado por varios políticos, también por el presidente Virgilio Barco para que ayude a comprender la situación política y social y hacer reformas importantes; Eugenio Gay al visitar Colombia se convence de la profunda fractura social, con años, incluso siglos de haberse gestado y desarrollado, lo que conduce de manera inexorable a la violencia política; la inmensa masa de pobres no soporta tantas privaciones cuando observa  que hay otra masa menor con muchos privilegios; corregir esta fractura requiere también años de esfuerzo, nada fáciles, porque hay unos hábitos, se diría que estructuras, casi que inmodificables, por desgracia amparados por una masa internacional que goza de los mismos privilegios que sus amigos de Colombia; esta es la opinión de Eugenio Gay, negativa y contraria a su temperamento, pero decide reconvertirla a su natural estado emocional, para eso también opina que encuentra la gente colombiana creativa, que sabe ganarse la vida sin tanto apoyo gubernamental, es constante y le gusta estudiar, lo que garantiza su progreso; Nacho es del mismo pensar, no lo ve todo perdido, encuentra que hay talento y virtudes del pueblo, incluso de la clase política, dignos de tenerlos en cuenta para explotarlos; por ejemplo -dice Nacho que gusta como escritor de ver asuntos concretos, particularidades, detalles, que por lo común se pasan por alto, la gente le gusta ser independiente, montan algún chiringuito, realizan algún oficio donde venden lo que sea, pagan sus impuestos y organizan sus horarios; nota Nacho que esto se debe a la carencia de empleos, tanto públicos como privados, entonces hay que lanzarse a conquistar el mercado, poco a poco pero sin arriesgar ni con excesiva facilidad, para no caer de nuevo; los puestos ambulantes -hace hincapié- son infinitos en una ciudad como Bogotá, de la que se calcula existen casi diez millones de habitantes; estos puestos ambulantes venden cigarrillos, galletas, caramelos, aguardiente y tinto, por no agregar mil cosas pequeñas más, que pueden dar de comer a una familia completa; luego están los vendedores de loterías, que son numerosos, están en todos los pueblos de Colombia y venden todo tipo de loterías; hay que recordar -insiste Nacho- que cada departamento del país tiene su propia lotería, de modo que cada día bien se pueden vender dos o tres clases de loterías; Eugenio Gay está contento con estos análisis de Nacho, personales o algo salpicados de imaginación y está dispuesto a darle una oportunidad única, vincularlo al Colegio de Abogados como asesor en temas de Colombia, incluso de Suramérica. (Continuación).-

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