viernes, 18 de mayo de 2012

El altar de Plutón.- ( novela ).-

Novena entrega.-
Llega el esperado día de la fiesta, nadie falta, la sala de la casa de Rosario y Fernando está`preparada. -Espero que se diviertan, la sala es pequeña, pero todo está listo con mucho cariño- la que dice esto es la madre de los anfitriones, una señora de cabellos blancos, delgada, de rostro bondadoso; -se lo agradecemos mucho, le cuidaremos todo- le contesta Cano que asume la representación del club Omega, van entrando uno por uno, todos son puntuales; antes de comenzar la fiesta, tal como estaba planeado, Rosario lee el poema, corto y cariñoso, seguro que lo hizo pensando en algún hombre que pasó por su vida y del que se enamoró sin que él lo supiera, un amor secreto, como se dice en el sentimiento íntimo; Rosario se gana el aplauso de todos, incluso de su madre que le escuchó desde la cocina y que empezó a darse cuenta de que su hija también sufría " del mal de amores ", expresión coloquial del enamoramiento; Rosario es tímida, necesita ser reconocida para acabar con su aislamiento, le cuesta trabajo divulgar algún sentimiento comprometedor, es graciosa y se siente orgullosa de su belleza y timidez, estudia el bachillerato y piensa dedicarse a una profesión sin complicaciones, corta y de fácil acceso a su estudio y luego a su ejercicio, como el de Educadora Infantil, Asistente de Guarderías ó, de darle oportunidad la vida, diseñadora de modas; todos le dan ánimo para que elija lo que desee, pero ella menciona con preocupación las limitaciones económicas de la familia, sólo trabaja el padre, que necesita alimentar a ocho hijos; el mayor está en Europa, está casado con una sueca, que poco puede hacer para ayudar a la familia; el ambiente se torna gris por esas consideraciones; luego, según lo comprometido, Fernando toca la guitarra, alguna melodía clásica, demuestra que es autodidacta, lo hace bien, con carácter y concentración; Fernando es de estatura pequeña, estudiante precoz de Química en la Universidad Nacional, tiene tendencia a teorizarlo todo alejándose de las respuestas naturales y simples, se esfuerza al tocar la guitarra en sentarse bien en la silla, estira los brazos al máximo para que los dedos lleguen a las cuerdas más lejanas, intercambia sonrisas y seriedad con Lucía, que empieza a sentirse atraída por él; es corta la melodía clásica, al terminar todos le aplauden, él hace una reverencia propia de los grandes músicos; al momento Cano dice en voz alta: -se acaba la sesión y todos a bailar-, entonces Elenita, la menor del club con apenas doce años, recuerda que aún queda el poema de Jairo, todos se dan cuenta de esa omisión, se ríen, incluso Jairo que quita importancia al asunto, da las gracias a Elenita -ella siente admiración por Jairo, que luego poco a poco se transforma en amor-; Jairo declama con maestría " el brindis del bohemio ", un bello poema que exalta el amor de la madre por encima del amor de la amante; de nuevo se gana aplausos y Jairo promete que dejará un tiempo sin declamar poemas para no cansar al grupo; todos se apresuran a reconocer sus dotes y que sería bueno que continuase "cansando" al grupo. Suena la música que pone en marcha Rosario de un equipo pequeño y potente, cada uno baila con su pareja preferida. La relación que toma verdadero asiento es la de Esperanza y Alvaro, él no la suelta en ningún momento, no le da tampoco opción para descansar, se obsesiona por Esperanza que se lanza a sus caprichos, llegan a besarse delante de todos y es notoria la excitación de Alvaro al sentirse tan cerca de su amiga preferida; Alvaro, según las mujeres del club, es el más atractivo de todos, parco en palabras, amable y bien educado; pronto quedó huérfano de los dos padres y vive con el hermano mayor, que cuida de él como un hijo; es vanidoso, no oculta que su presencia en el club es ante todo para encontrarse con Esperanza, se gana el cariño de todos por su forma descomplicada de ser; manifiesta que va a estudiar Derecho y Leyes y luego querrá especializarse en Derecho Canónico, " de ser posible en Roma", dice sin duda alguna.

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