jueves, 24 de mayo de 2012

El altar de Plutón.- ( novela ).-

                                                Décima primera entrega.-
 Lucía es apreciada por el grupo, colabora en la integración de los participantes, tiene carisma para garantizar el éxito donde se encuentre, es conocida su aplicación a los estudios y posee personalidad tolerante y comprensiva, de alli que Fernando no le quita el ojo con el beneplácito de la madre. Entre sábado y sábado Jairo, Eduardo, Alejandro y Daniel se van a practicar atletismo; Jairo es bueno para las distancias largas, Daniel tiene habilidad para los cien metros, Alejandro  y Eduardo se desenvuelven bien en las dos modalidades; por la mañana bien temprano entrenan en el inmenso terreno cercano a sus casas y por la tarde van a tomar alguna cerveza; Eduardo y Daniel evitan el alcohol, de modo que Jairo y Alejandro beben solos, los cuatro son excelentes amigos y fraternas sus charlas. Alejandro goza de una situación económica superior a los demás, siempre lleva dinero consigo y por lo común es quien invita a beber. Jairo se lamenta  que Lucía "no le para bolas", a ella le gusta Fernando y parece que esa relación fructifica; Eduardo lo consuela, aprecia a Jairo y le manifiesta que en eso no hay nada para hacer; Eduardo a su vez  comenta que le gusta Rosario, pero que ella tiene una actitud displicente, poco afectuosa y no sabe qué puede significar eso, si en realidad ella no tiene ningún interés en él ó es una estrategia para que Eduardo refuerce la conquista de ella; los dos se consuelan y beben la última cerveza, todos marchan para sus casas; Eduardo es un hombre inteligente, independiente y casero, se ocupa de sus estudios y pone demasiado tesón en la conquista de alguna novia.
 Cano tiene interés de reunirlos el sábado siguiente en su casa, va en búsqueda de cada uno y logra que más de la mitad acepte ir a la siguiente reunión; Esperanza se excusa en ir, su padre ha intuído que esas reuniones son un pretexto para verse con Alvaro y le ha negado permiso para asistir a ellas; Alvaro ha perdido todo interés en asistir al no estar Esperanza y evoca cualquier disculpa para faltar; Rosario empieza a jugar al gato y al ratón con Eduardo, es decir, si sabe que Eduardo va a ir a la siguiente reunión, ella se  abstiene de asistir, piensa que de esta manera aumenta su estima personal ante cualquier pretendiente; Daniel aún no encuentra su sitio en esas reuniones y prefiere quedarse en casa para ver la televisión con su hermano Camilo; Elenita decide ir, su afecto y admiración por Jairo no decae, lo considera un hombre integral: recita, canta, es tímido y tiene gran cultura. 

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