Todo es para bien.-
A: Guillermo Roncancio.-
"El pensamiento es un caballo salvaje que obedece solo al corazón del jinete".- Daniel.-
Nada tan desconcertante como las premoniciones de Hugo Barreto, modesto trabajador de una oficina bancaria, alto y fuerte, al que solo le basta mirar el rostro de una persona para descubrirle su destino.
-Usted quiere casarse cuanto antes, pero le resultará difícil amar a su marido ni a ningún marido, solo amará amigos y amantes ocasionales -le dice a una bella rubia, sensible, de ojos verdes, secretaria del jefe.
-Usted -le dice a su jefe, un hombre bajito, gafas y cabellos en punta -será siempre el primero de la oficina pero el último en comprender la naturaleza de los subalternos, le interesa lucir antes que servir.-
-Usted es un buen hombre, pero ni su astucia ni su inocencia le bastarán para realizarse -le predice al mensajero, recién llegado al banco, de estatura media y carácter retraído.
Así todos desfilan antre risas y exclamaciones.- Fin.-
Vitelio Chisant
Martorell, 15 de agosto de 2.013.-
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