miércoles, 5 de septiembre de 2012

El altar de Plutón.- ( novela )

Entrada cuadragésima primera.-
 Marco Luis le entrega la copia del contrato a su tía, que lo guarda sin leerlo, para ella lo importante es la palabra de su sobrino; -dígale a Rodrigo que venga mañana con Daniel, cada uno con los escritos que quieran publicar y aquí nos encargamos del resto, de lo que hay que hablar y de lo que hay que callar-, Marco Luis le da un beso a la madre de Rodrigo, que se va dichosa de la vida, llega a su casa y le bsta con decirle a su hijo ésta frase: -Rodrigo, ¿ usted y su amigo Daniel están interesados en publicar sus escritos?-, -claro que sí mamá, es el propósito de todo aquel que escribe, pero nadie quiere publicar a nadie nada; -vayan usted y Daniel a ésta dirección -le extiende una tarjeta con los datos de la editorial- y habla con Marco Luis, mi sobrino, me ha dicho que leerá con atención sus escritos durante unos días y si le parecen bien los publicará, pero eso sí, ustedes se encargarán de venderlos y devolver a la editorial parte del dinero-, la madre calla de inmediato, no quiere mostrar tanto interés en el tema y remata con elegancia: -si los escritos son buenos se publicarán, ustedes serán conocidos y la editorial intentará hacer un buenio negocio para el reparto de las utilidades-, la madre da media vuelta, Rodrigo está incrédulo con la noticia, decide llamar de inmediato a Daniel para verse en el San Moritz y hablar del tema; la madre escucha la conversación de Rodrigo con Daniel, nota la euforia de su hijo y la similar reación de Daniel al otro lado del aparato, donde la expresión claves es: " triunfamos por fin"; todo se consuma al día siguiente; el señor Prieto les aconseja  que lo mejor es un libro de poemas solo, para no mezclarle narraciones, Daniel está de acuerdo, él también escribe poesía y entre los dos existe suficiente material para publicar un libro completo, deciden ponerle el título de : "las escalinatas de Sísifo", por consideración a un personaje mitológico que lucha por subir una piedra y siempre se le cae y rueda, hasta que por fin logra coronar su empeño, ellos ya lo habían hablado en otra ocasión y se habían prometido que ese sería el primer título en caso de algún día publicar un libro; el señor Prieto para seguir un poco la confidencia de la madre de Rodrigo, les dice que vuelvan en ocho días para tener tiempo para leer los poemas e incluso para mostrarlos a unos expertos del género literario; ellos están de acuerdo; a los tres días Rodrigo recibe una llamada telefónica del señor Prieto: -le hablo de la editorial, los poemas son buenos y se pueden publicar, quizá para un segundo libro serán los expertos más exigentes los que decidan, pero para un primer libro  ya está bien, felicitaciones, pasen en tres días y les entregaremos los primeros mil ejemplares, si logran vender estos libros, editaremos otros mil ¿de acuerdo?-, el señor Prieto cuelga, la madre de Rodrigo de la explosión de júbilo de su hijo, se llena de orgullo por su intuición y amor de madre; a los tres días se reparten entre Rodrigo y Daniel los ejemplares, quinientos para cada uno y deciden para cada uno venda lo que le sea posible y que formarán un fondo común con ese dinero para pagar el préstamo a la editorial del millón de pesos y además se quedarán ellos con el otro millón para seguir publicndo otros escritos; la carátula del libro es bella, una escalera, abajo de todo un caracol y arriba del todo un Sol resplandeciente, en cada peldaño de los doce hay personas y objetos, como una vieja máquina de escribir, un bolígrafo, una corona de laureles, un mendigo, la Luna, un rayo de luz de una tempestad, un baile de salón con varias parejas, un ataúd, una vela emcendida, un león, una planta verde de hojas amarillas y una deidad femenina, en fin un poco del trayecto de la vida, ellos se muestran felices con la carátula y con la edición, el papel fino y las letras hermosas de gran tamaño por si leyeran el libro personas de escasa visión, un breve prólogo de un profesor de literatura de la universidad Libre de Colombia que trabaja para la editorial.

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