viernes, 19 de octubre de 2012

El altar de Plutón.- ( novela ).-

Entrada sesenta y cuatro.-
 Daniel decide no volver al colegio; el primer día sintió malestar de estómago y en general, estuvo en cama, medita qué hacer para mejorar esa situación; al día siguiente entra en rectoría y logra decirle al rector que por favor vaya a la clase para escuchar algunos comentarios sobre el hermano Julio; el rector no está de acuerdo, dice que no irá y que por el contrario si el alumno no quiere volver, no lo haga; el alumno va a la clase, el hermano Julio lo recibe con un reproche de la inasistencia del día anterior; Daniel tiene la palabra y dice que no volverá al colegio jamás, se despide de los compañeros y del hermano Julio, da las gracias a todos, el hermano Julio intenta detenerle, Daniel replica que si viene el rector y escucha en público lo que va a decir no se irá; el hermano Julio se escandaliza y le dice que ojalá ese carácter lo utilice para mejorar sus notas; el rector no viene, no quiere venir, sin embargo Daniel insiste y se marcha del colegio, con alegría; por el camino se siente feliz, llega a su casa y se lo explica a su madre que a su vez le dice: -es mejor mijo que se lo explique a su padre-, no llegará hasta la noche, Daniel le pide a la madre que lo lleve al colegio público donde lo recibirán si puede; así ocurre, la madre lo acompaña al colegio " Antonio Nariño ", explican la situación y el rector decide recibirle, lo instala en clase y le dice que venga al día siguiente con los cuadernos y libros del colegio de los Maristas; Daniel le promete a la madre que se esforzará para ser buen estudiante, el padre llega por la noche, queda sorprendido de lo que ocurre, sin embargo acepta el cambio de colegio, ahora no tendrá que pagar ningún dinero, se ahorrarán la pensión del colegio religioso; Daniel asiste con puntualidad y empieza a destacarse; ha mejorado su letra gracias al hermano Julio. Daniel se alegra de su acto de rebeldía.

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