lunes, 15 de octubre de 2012

El altar de Plutón.- ( novela ).-

Entrada sesenta.-
                                        11.- Los profesores y los maestros.-
 " Los profesores repiten, los maestros inventan ", es una antigua frase alusiva a la enseñanza; es difícil sin embargo ponerse en un lado ó en otro; los profesores de vez en cuando inventan y a su vez los maestros cuando están agotados o sin luces repiten; pero sí existe en cada uno de ellos una tendencia que les caracteriza; -el profesor de Historia nos echa un discurso desde el fondo del salón- le comenta Daniel a su padre que ama la Historia y cuando puede le echa un vistazo a sus libros; -es jóven, tiene voluntad y elocuencia, pero sus discursos son aprendidos de memoria de algún texto de la Historia de Colombia-complementa la información-él quiere lucirse, desde luego que lo consigue, no estoy seguro que nos haya transmitido el amor por la Historia-; Daniel sabe bien que el amor por una línea de conocimiento, por un tema ó una circunstancia en concreto es como el amor a una mujer, te gusta desde un comienzo y no te dejará de gustar jamás; quizá algo de memoria, poca invención, menos de imaginación y nada de creación; -la Historia puede ser inventada sin mentir-, comenta su amigo Alberto Villamizar que también rechaza la memoria en todo, menos en Ciencias Sociales, además reitera que lo que se memoriza se olvida, en cambio lo creado permanece; los demás compañeros no lo ven tan claro; -la memoria es determinante a la hora de conocer la Historia-, argumenta Sandino que se enorgullece de tener la nota más alta en esa meteria de toda la clase; - son importantes las dos cosas, memoria y creación- sostiene Chávez que se recuesta contra la pared del aula y sonríe a sus amigos que le rodean a la espera de su opinión; -está bien saber cuándo y qué hizo Simón Bolívar, pero no es necesario reducir su vida y sus hazañas a una cronología-, explica Chávez siguiendo su discurso-, no se puede inventar todo sobre Bolívar porque entonces estaríamos creando una novela y empezaríamos por olvidarnos de su nombre, pero del archivo, severo y austero, hay que pasar a la imaginación, fértil y extensa-, se ríe Chávez al decir esto último porque está convencido de ser razonable y de haber  dado el " toque final " como él mismo acostumbra a decirlo cuando saca la corneta  de su pupitre y simula tocarla, pertenece a la banda de música y se ufana de ello; Chávez es alguien divertido, cuando quiere hablar lo consigue, que son pocas las ocasiones que lo hace, su estado natural es la broma, le gusta divertir y crear confusión para que la gente se ría; " la vida sin risas es aburrida", es una de sus frases favoritas y lo cumple a cabalidad, incluso cuando algún profesor se pone denso en sus explicaciones intenta interrumpirle con alguna pregunta para volver a la vida de la broma, parece cierto lo que acaba de plantear de la vida de Simón Bolívar, pero desde luego que Daniel no está convencido del todo: -su nombre y fecha relevantes es frivolidad, es quizás vanalidad, , lo serio es que estaban vivas las circunstancias de la independencia, España no estaba en condiciones militares y políticas para mantener atadas unas colonias tan grandes como las de Suramérica, el comercio era creciente, imparable y si hay algo que busca libertad es el comercio, que quiere nuevos clientes vengan de donde vengan, el intercambio de dinero, la posibilidad de importar y exportar, la creación de bancos que protejan y pongan a producir el dinero que se les confía.

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